Las largas jornadas de trabajo en una oficina y los momentos de sedentarismo inciden en que se adopten posturas incorrectas en el trabajo. El hecho de fijar la vista a la pantalla, puede comportar problemas de salud graves. Es en este punto es cuando entra en juego la ergonomía visual y todas sus posibles consecuencias que harán que una persona se adapte mejor o peor a su entorno laboral.
Definición de ergonomía visual
La ergonomía visual se puede definir como la adecuación del individuo a su entorno laboral y a sus necesidades mientras realiza actividades de exigencia visual. Este es el principal problema o situación a la que nos enfrentamos, que en muchas ocasiones no terminamos de adecuarnos a la perfección, ya sea por una mala situación de los elementos de trabajo o bien por algunas conductas deficientes que adoptamos.
En algunos casos, el uso prolongado de los dispositivos móviles y tecnológicos termina comportando serios problemas visuales como el síndrome Visual informático. Esto hace que aparezcan algunas anomalías músculo-esqueléticas. Por ello, la ergonomía visual busca adecuar el entorno a los usuarios en una mayor eficacia y comodidad, llegando a prevenir y corregir algunos problemas de visión y aumentando la productividad laboral.
A la hora de hablar de síndrome visual informático nos referimos a un cuadro clínico que se caracteriza por sequedad en los ojos y picor en los mismos. A todo ello, nos podemos encontrar con cierto enrojecimiento y por la utilización prolongada del dispositivo informático puede provocar dolor de cabeza y de ojos.

El hecho de estar con la mirada fijada a la pantalla nos podemos encontrar con visiones borrosas y posibles cambios en la graduación de nuestras gafas. En otros casos también puede suceder un escozor de los ojos acompañado de fatiga muscular. Estos factores también comportarán una bajada de rendimiento laboral.
Consejos para mejorar la ergonomía visual
La ergonomía visual es uno de los principales problemas que nos enfrentamos a lo largo de nuestra jornada laboral. Como se ha visto, tanto el entorno como los diversos elementos que interactúan en el mismo pueden hacer que tu rendimiento se vea perjudicado gravemente, llegando a ocasionar problemas de salud.
Existen diversos factores que influyen en una bajada de rendimiento laboral y empeoramiento en la fatiga y ergonomía visual. Entre ellos, predomina una mala graduación en la iluminación, algo que comportará que se tenga que fijar más la vista para poder readaptarse en el trabajo para trabajar en unas óptimas condiciones.
Por un lado, se recomienda apartar la mirada de la pantalla del ordenador varios minutos durante cada hora. En esta situación es preferible que se mire a lo lejos. Esto hará que la vista se relaje al no estar trabajando en un punto cercano. Otro factor determinante es el hecho de parpadear. Al fijar la mirada en un punto hace que el lagrimal se seque, y se tiene que lubricar.
En este sentido, también las paredes pueden hacer que se pierda la concentración en el trabajo. Colores vivos harán que las personas estén estimuladas, mientras que los colores claros ayudarán a que estén relajadas. Por ello, se tiene que trabajar en varios aspectos al mismo tiempo.
Cabe destacar que es recomendable tener la zona laboral bien ventilada y con una temperatura media recomendable, que se sitúe en torno a los 21 °c. Se tiene que trabajar para evitar los ambientes secos. Por otro lado, para favorecer nuestro ambiente de trabajo, es preciso que la mesa de trabajo tenga una inclinación no muy elevada. Esto favorecerá la postura corporal y que se evite la tensión en la zona dorsal y lumbar.
Por otro lado, para favorecer nuestro ambiente de trabajo, es preciso que la mesa de trabajo tenga una inclinación no muy elevada. Esto favorecerá la postura corporal y que se evite la tensión en la zona dorsal y lumbar.
Adoptar rutinas para potenciar la ergonomía visual será muy importante para evitar problemas de salud y ergonómicos.