Preguntas frecuentes

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En recintos cerrados es habitual que se tenga la sensación de que el ambiente está sobrecargado. Esto es debido a una mala o pésima ventilación del espacio, algo que dificulta el correcto funcionamiento de la estancia. De este modo, es altamente recomendable contar con sistemas de ventilación natural que ayuden a la adecuación de la sala.

Existen muchos aspectos para prevenir problemas de ergonomía en tu trabajo, especialmente en el terreno de la ambientación y el entorno. Por ello, no nos tenemos que olvidar de que nos encontramos con un entorno donde se suele realizar un tipo de actividad concreta y que se tiene que potenciar para el correcto uso del mismo. La finalidad de un entorno seguro es que no existan alteraciones de ningún tipo y así generar el ecosistema oportuno. 

Qué es la ventilación natural

Es un factor que no se suele tener en consideración, pero la ventilación natural garantiza que nos encontremos con una estancia limpia y sin agentes contaminantes. Por ello, es una de las mejores opciones a la hora de adecuar las oficinas, permitiendo que los usuarios puedan respirar sin preocuparse de tener algunos tóxicos en su organismo.

Según el código técnico, más conocido como CTE, se establece en el documento HS3 que cualquier tipo de edificación debe de estar equipada con una ventilación eficiente, permitiendo que el aire del interior sea de gran calidad. Por ello, se considera que una de las mejores maneras es la ventilación natural, que proporciona una solución sostenible, ecológica, saludable y económica para cualquier empresa, proporcionando un consumo energético nulo. 

Cuando hablamos de ventilación natural, nos referimos a garantizar la entrada y salida de aire en una vivienda u oficina, permitiendo la circulación y renovación sin ayuda de elementos mecánicos como ventiladores o aire acondicionado. Conocida como una de las herramientas más empleadas en la arquitectura pasiva, se trabaja para aprovechar el viento y así refrescar el interior del hogar sin alcanzar el sobrecalentamiento. Es decir, la ventilación natural es el uso de todo aquel elemento arquitectónico de una vivienda, como pueden ser puertas exteriores o ventanas, que permitan la entrada de aire exterior. 

Es importante ventilar

Se trata de un dato que tampoco suele tenerse en cuenta, pero las personas pasamos casi el 80% de nuestro día en interiores, ya sea del hogar, en transporte público, supermercados, oficinas u otro tipo de recintos. De este modo, si no se realizan técnicas de ventilación natural o motorizadas, puede influir negativamente en el rendimiento y productividad de las personas.

Una importante ventilación natural garantizará que los usuarios puedan realizar correctamente cada uno de los cometidos que tengan pendientes. Se estima que a diario la productividad de un centro de trabajo se disminuye alrededor de un 25% como consecuencia de una mala calidad del aire. 

Actualmente, existen varios reglamentos o normativas vigentes sobre la calidad del aire en interiores de oficinas, como es el caso de:

  • Real decreto 486/1997 sobre los lugares de trabajo
  • Norma UNE-EN 15251: Determina los factores y valores del ambiente y entorno interior que se tienen que considerar en el  momento de evaluar y diseñar la eficiencia energética de los edificios, como es el caso de las condiciones térmicas, iluminación, ruido, y la calidad del aire interior. 
  • Norma UNE 171330 sobre la calidad ambiental en interiores.
  • Norma UNE-EN 13779: Muestra los requisitos de prestaciones de sistemas de acondicionamiento y ventilación de recintos en edificios no residenciales. 

Contaminantes

En nuestras oficinas seguramente estemos respirando aire contaminado y es algo mucho más frecuente de lo que te puedes imaginar. En él nos encontramos con unas micropartículas que harán que nuestro organismo no funcione de la manera adecuada. Entre otros elementos nos podemos encontrar con:

  • Radón o amianto, especialmente en zonas de metro, tuberías, cables, tejados. 
  • Sustancias químicas como productos de limpieza o pintura
  • Humedad, como el moho o bacterias.
  • Alérgenos
  • Monóxido de Carbono (CO) o dióxido de nitrógeno (NO2)

Consecuencias de una mala ventilación

La existencia de estos condicionantes ambientales pueden perjudicar nuestro organismo, provocando algunas alteraciones que pueden ocasionar lesiones físicas o psíquicas. Estas son algunas de ellas:

  • Vías respiratorias afectadas: congestión nasal o dolor de garganta. Esto puede ocasionar problemas como la sensación de falta de aire y a la vez alteraciones en nuestro organismo.
  • Alteraciones cutáneas: Las partículas que están en sostenimiento en el entorno pueden hacer que aparezcan enrojecimientos en la piel o bien picor en la misma.
  • Problemas de visión: Los productos químicos afectan a los ojos y se pueden producir cuadros de sequedad ocular o bien lagrimeo excesivo. 
  • Malestar general: dolor de cabeza, mareos o náuseas, entre otros. 

Tener en cuenta la ventilación de la oficina será un factor fundamental a la hora de diseñar una oficina.