El trabajo de oficina es uno de los más duros y longevos que existen. En muchas ocasiones, el hecho de estar delante de un ordenador y con una larga lista de tareas por cumplir, hace que los usuarios y empleados tengan que aplicar técnicas que harán que su productividad se vea directamente influenciada. Bajo esta premisa nace el método Pomodoro, una de entre tantas técnicas para modificar la productividad de una oficina.
Actualmente, existen muchas rutinas y pautas para dividir el trabajo en una jornada laboral para ser lo más productivo y fomentar el rendimiento de la empresa. Entre ellas destaca el método Pomodoro. Este se caracteriza por programar el tiempo para realizar cada acción y evitar así distracciones. Existen varias configuraciones de esta metodología de trabajo, pero la más utilizada es la de dividir la jornada en sesiones de 25 minutos. Después de cada sesión o intervalo temporal se realiza un breve descanso de cinco minutos.
Gracias a esta técnica puedes evitar las distracciones de nuestro entorno, estando centrado y focalizado en una actividad concreta en un bajo periodo temporal. A todo ello, cuentas con el beneficio y la recompensa de desconectar y tener más tiempo para ti entre cada acción. Con este método garantizas el hecho de cumplir cada una de tus obligaciones y poder llegar a tiempo a cada uno de tus compromisos.
La técnica o método pomodoro proviene de Francesco Cirillo, que en su primer año de universidad, se dio cuenta de que no aprovechaba suficientemente bien el tiempo. Bajo esta premisa, decidió incorporar a su rutina un temporizador que fragmentase su dinámica. Este tenía forma de tomate, en italiano pomodoro.
Beneficios del método pomodoro
Como se ha visto anteriormente, esta técnica se ha diseñado para fomentar el hecho de gestionar correctamente el tiempo laboral y aprovechar el tiempo en la oficina. Por ello, se ha constatado un aumento de la productividad en el trabajo. A continuación detallamos algunos beneficios de esta técnica:
Fomenta la responsabilidad individual
El hecho de que única y exclusivamente dependa de ti sacar un trabajo adelante hace que tengas que incorporar algunas dinámicas y rutinas nuevas a tu trabajo. Este es el caso del método Pomodoro. Con esta técnica, podrás mantener al día cada una de tus actividades y así ir reduciendo tu lista de trabajo pendiente. A la vez, cuando te pregunten desde arriba como llevas tu trabajo pendiente, puedes ir remarcando que has hecho en cada momento del día. Esto dará de ti una imagen de persona responsable y que está seriamente vinculada con el entorno laboral y la empresa.
Evita distracciones
Con esta metodología tú tendrás el control de tu tiempo. Por ello, en muchas ocasiones se recomienda tener estrategias para evitar perder el tiempo y no avanzar con tus funciones. En este caso, cuando un compañero te pida ayuda con algún aspecto de su trabajo, puedes informarle de que no puedes atenderle, pero negocia con él un momento del día para poder atenderle y ayudarle. Cuando las distracciones son propias, ya sea correos electrónicos o llamadas, no respondas, salvo que sea de extrema necesidad. Luego, esas acciones puedes irlas realizando en otro Pomodoro, eso te ayudará a tener la cabeza centrada en lo importante en cada momento.
Mejora la planificación
El método Pomodoro puede ayudarte a organizar tus objetivos a largo plazo. El hecho de tener todo cronometrado, hará que no estés tenso en el lugar de trabajo, haciendo que tu espalda pueda descansar y tu cerebro desconecte temporalmente. Esto hará que tu motivación crezca, puesto que no es lo mismo ver el reloj y pensar me quedan 7 horas, algo que hará que pienses que largo se me está haciendo el día, que pensar me quedan 10 Pomodoros, que hará que tengas la percepción que se realizarán en un espacio temporal más reducido.