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Es uno de los elementos más importantes y en ocasiones pasa desapercibido. Las sillas de oficina son ese componente del mobiliario que uno tiene siempre en mente y siempre deja para el último momento. No hay tiempo que perder, pero es necesario tener unas pautas a la hora de escoger el modelo adecuado. 

Más allá de su ubicación o tipo de oficina, se tiene que valorar todas las opciones que nos ofrecen. Las sillas para oficina te permiten dejar volar tu imaginación y a la vez puedes adaptarte a una situación cambiante. Este mobiliario estará acompañándote durante largas jornadas, por lo que será importante tomar la decisión adecuada.

Diseño, comodidad, materiales, acabados… y un largo etcétera son premisas que valorarás a la hora de escoger tu silla de oficina. Son diversos los factores que también se tienen que considerar antes de dar el paso y escoger el modelo que mejor se adapte a tu estancia o sala, pero sobre todo a tus peticiones. 

Las sillas de oficina deben contar con distintos diseños y características, las cuales fomentarán el uso y disfrute del usuario en cuestión. La usabilidad de la silla de oficina tiene que estar en un primer plano, especialmente en el momento en el que se permanezca largas horas en la misma sin realizar cambios en la posición. 

Cómo son las sillas de oficina

Cuando hablamos de una silla de oficina, nos referimos a ese elemento indispensable que está en cualquier lugar de trabajo y que a la vez aporta valor a la institución. Las sillas de oficina cuentan con una estructura sólida y que permite no cometer importantes errores en la toma de decisiones laborales. 

Las sillas de oficina permiten a los usuarios poder readaptarse en cualquier momento y circunstancia a la normalidad. Cabe destacar que cada una de ellas tienen unas características diferentes. Este tipo de mobiliario permite dotar al usuario de todo tipo de facilidades en su uso y disfrute, llegando a provocar algunas nuevas iniciativas y cambios de tendencia a la hora de desarrollar su función. 

Desde Missillasdeoficina queremos acercaros los aspectos principales a valorar en el momento de decidir qué silla comprar y qué partes de una silla de oficina hay que tener en cuenta para la máxima comodidad en tu puesto de trabajo:

Apuesta por un asiento amplio

El asiento de tu silla de oficina es uno de los elementos más importantes de este mobiliario. En él, el usuario pasará largas jornadas sentado, por lo que será importante su acabado y su densidad para que no se tenga que colocar en posiciones y posturas incómodas durante su uso y disfrute en el trabajo.

Por una parte, se precisa un asiento amplio y profundo, en el cual el usuario no se sentirá encajado en un minúsculo espacio y podrá tener ciertas facilidades de movimiento. El asiento no puede estar diseñado ni configurado para una persona cuyas medidas sean menores a las recomendadas. 

Los usuarios tienen que estar en una correcta posición en todo momento, por lo que el asiento debe acompañarles en este camino. Por ello, la densidad del cual tiene que ser la adecuada para no hundirse en él y a la vez, poder realizar sus funciones sin importantes inconvenientes durante el proceso. 

No hay que olvidarse del respaldo

En ocasiones se suele pensar que el respaldo es un elemento que cuenta con poca o baja relevancia en una silla de oficina, pero no es así. El respaldo es tu mejor aliado para evitar que tengas problemas en la espalda a corto y largo plazo, pero en el fondo es mucho más que eso. 

La vida sedentaria o de oficina hace que se tenga que incorporar la columna vertebral en distintas ocasiones para que se pueda trabajar en óptimas condiciones. Sin embargo, esa tendencia hace que la espalda sufra más de lo esperado, con algunas lesiones o malformaciones que en el peor de los casos requerirán pasar por quirófano.

El respaldo puede ayudarte a recuperar la posición en J de la columna vertebral, ante una distribución en S que se tiene en la sociedad moderna. Esto hará que los nervios y los músculos dejen de estar tensos y se pueda recuperar la firmeza y rigidez para no tener importantes problemas de salud. Escoger un respaldo para tu silla es determinante para tu salud postural.

Piensa en el reposabrazos

Los reposabrazos pueden permitir que se reduzcan los problemas en dichas extremidades. Tanto es así, que puedes aliviar la fatiga en la espalda y en los hombros en ocasiones donde el teclado está a una altura superior a lo recomendado. También puede incidir en los cambios posturales para el usuario en caso de que sea necesario. 

Este accesorio permite que se pueda trabajar en unas condiciones óptimas y cómodas durante un periodo temporal prolongado. Este tipo de elemento ayudará a colocar las manos y las muñecas en la posición más ergonómica para desarrollar tu función laboral. 

Cabe destacar que existen en el mercado varios reposabrazos con altura ajustable, algo necesario para que se pueda adaptar al usuario desde un primer momento. Esto permite que se aumente la productividad y el rendimiento en el trabajo sin adoptar posturas incómodas. 

Valora el tapizado

Puede ser que se conciba como una de las características más visuales y estéticas, pero realmente influye. El tapizado de una silla de oficina puede comportar problemas para los usuarios y especialmente de comodidad. En ocasiones se escoge un tipo de tapizado que puede provocar algunas deficiencias en el rendimiento, por lo que un material inadecuado hará que se disminuya la productividad. 

La base lo es todo

Las sillas de oficina están pensadas para que estén en una posición o estancia por un tiempo determinado. Por ello, según su tipo de uso existen dos tipologías: base fija o base con ruedas. La primera está destinada a puestos de trabajo donde no se requieren muchos movimientos, mientras que la segunda facilita el movimiento por el lugar y la recolocación del usuario desde un primer momento. 

Existen varios tipos de base según su material, que puede ser  de plástico o bien de metal. En la mayoría de los casos es metálica, un tipo de producto que soporta bien las deformaciones y que no pone en peligro la integridad física del usuario.

La durabilidad es importante

Las jornadas laborales son largas y las sillas tienen que garantizar que se puedan utilizar sin importantes problemas. Por ello, es determinante saber el tiempo de uso. En algunos casos se recomienda que se emplee en periodos temporales de 4 horas diarias, puesto que se puede deformar. En cambio, en otro tipo de sillas se ha trabajado para que dure  más de 10 horas diarias, siendo una de las más elegidas en el mercado. 

Cuida el diseño

El diseño de tu silla de oficina puede ser fundamental a la hora de hacer un buen uso de ella. En los últimos años, se ha visto una tendencia al alza con las denominadas sillas ergonómicas, una tipología de sillas que permiten al usuario poder trabajar sin importantes problemas de espalda ni de posición. 

Las sillas ergonómicas están diseñadas con materiales de bajo peso y que a la vez facilitan el movimiento entre usuarios. Se trata de unas sillas donde el diseño de la misma es ágil y maleable. Cabe destacar que se adapta perfectamente a la posición del cuerpo y no existen importantes problemas en su uso. 

Ajustar la altura, el respaldo y los reposabrazos de la silla de oficina, entre otros detalles, será fundamentar para conseguir estar cómodo y productivo durante tu jornada laboral.