La silla de trabajo debe poder adaptarse al tipo de trabajo que desempeñamos. Bien puede ser que el nuestro sea un trabajo intenso de teclear en el ordenador o por contra movamos papeles, hablemos por teléfono y nos giremos a recoger formularios. O quizás el nuestro sea una combinación de ambos tipos de trabajo. Por tanto, es lógico que nuestra silla pueda y deba adaptarse a cada situación y cuide así de nuestra espalda.
¿Cómo adaptar nuestra silla?
El trabajo estático consiste en el análisis y redacción de documentos, trabajo informático intensivo… Supone largos periodos sentados en la silla frente a la mesa y el ordenador. Debemos sentarnos con la espalda bien apoyada sobre el respaldo de la silla, fijar la inclinación del mismo a la postura que nos resulte cómoda, regular la presión del mecanismo de lumbares de la silla a la concavidad de nuestra espalda, mantener las rodillas formando ángulo recto y apoyar bien los pies en el suelo. Además, levantaremos los reposabrazos 3D de la silla a la posición en que nuestros antebrazos apoyen perfectamente sobre los reposabrazos, de forma que nuestros hombros descansen y los antebrazos queden paralelos a la superficie de trabajo formando un ángulo recto con nuestro brazo.
Mecanismos para adaptar la silla al trabajo estático:
- Mecanismo de elevación de la silla: Elevar la silla hasta que nuestra rodilla forme un ángulo recto y nuestros pies reposen cómodamente en el suelo.
- Mecanismo de desplazamiento de la profundidad del asiento: Si nuestra silla dispone de mecanismo de traslación, aflojar la maneta y regular la profundidad del asiento de forma que no nos apriete en la parte posterior de la rodilla (una presión excesiva puede crear entumecimiento de las piernas). Verificar también que, apoyada nuestra espalda en el respaldo de la silla, el ángulo entre espalda y cadera sea el adecuado y cómodo para nuestra complexión. Moveremos la profundidad del asiento hasta conseguir la relación correcta cadera/espalda.
- Mecanismo de sincronización de respaldo: aflojar la maneta del mecanismo Sincro hasta adaptarla a la posición que nos mantenga la espalda recta y recogida aun cuando nuestro cuerpo se incline ligeramente hacia el frente. Fijar la maneta en dicha posición inmovilizando el respaldo.
- Mecanismo de regulación de lumbares: subir o bajar la regulación lumbar de la silla hasta adaptarlo a la concavidad de nuestra espalda. Nos da confortabilidad, firmeza y comodidad en la zona lumbar y evita la cifosis lumbar.
- Regulación de los reposabrazos 3D de la silla: elevar los reposabrazos de la silla hasta que nuestros antebrazos queden paralelos a la superficie de trabajo y formen un ángulo recto con el brazo. Girar ligeramente el reposabrazos para que la superficie de apoyo de nuestro antebrazo sea la máxima posible.
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