Preguntas frecuentes

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Se suele pensar que existe una verdad universal y que hay ese elemento perfecto que se adapta a cualquier tipo de situación y no genera ningún tipo de interferencia en la productividad de una persona. Eso se extiende tradicionalmente en un entorno empresarial muy competitivo, donde se busca que cada uno de los elementos que conforman sean ideales y por supuesto, la silla de oficina ideal para trabajar

Lamentamos indicar que no existe ni existirá una silla que se adapte a cualquier tipo de persona, y es que es imposible. Cada persona tiene una anatomía concreta y peculiar, que hará que no siempre se pueda lograr los objetivos que se han marcado desde el primer momento, pero no hay que agobiarse.

Se ha dicho que no existe la silla perfecta para todo el mundo, pero no significa que para ti no exista. Actualmente, hay muchas variedades en un mercado polifacético y en el que no se termina de generar un punto en común, aunque sí se hayan asentado unas bases inquebrantables en muchos sentidos. Escoger la silla de oficina según tu complexión ahora es posible gracias a la gran variedad que hay en el mercado, en las que se tienen en cuenta todo tipo de constituciones y morfologías.

En busca de la silla perfecta

Se puede considerar que no hay una pauta clara a seguir, aunque sí que existen unas tendencias en las que fijarse para terminar de conseguir la silla más completa. En líneas generales, todos los fabricantes y diseñadores de sillas contemplan la misma premisa y es que se debe potenciar la ergonomía de los usuarios para evitar problemas ergonómicos

Los diseños más competentes permiten que las personas que las utilicen estén sentadas en óptimas condiciones. De este modo, nos encontramos con un mobiliario en el que se ha estudiado la anatomía y los movimientos de los usuarios. Con ello, se ha generado un diseño en el que la columna vertebral está incorporada a la mesa sin adoptar posturas inadecuadas. Con ella, la espalda podrá descansar y descargar peso evitando tensiones.

En el caso de los asientos, la parte superior del respaldo de una silla suele estar echada hacia adelante gracias a una estructura que hace que las clavículas estén más adelantadas. Con este tipo de acción, se consigue que los brazos estén en una posición óptima para trabajar desde el primer momento. Por otro lado, en algunos casos pueden contar con un tipo de reposabrazos que hará que los brazos estén en un ángulo de 90º y perpendicular al teclado. 

5 mínimos que tiene que tener tu silla

Existen distintas alternativas o aspectos que tendremos que centrarnos en el momento de escoger las sillas y de diseñarlas. A continuación os dejamos los aspectos más importantes:

UNE EN1335

La normativa UNE EN1335 determina los mínimos que tienen que cumplir la silla de oficina que vayas a comprar. En ese sentido, determina que tiene que tener regulación lumbar, altura del respaldo, la altura máxima y mínima, entre otros. Es importante buscar que esas sillas que cuenten con dicha certificación y es que garantiza la calidad de las mismas. Esta garantiza que no tengan una curvatura extremadamente marcada y dañe las lumbares.

No busques la ergonomía

Suele ser contradictorio, pero no lo es. Las sillas ergonómicas no lo son en sí. Normalmente, la palabra ergonomía define el utensilio o la máquina que ha sido diseñada, pero no en personas. Nuestra recomendación es que cuando busques un elemento que garantice ser ergonómico busques que instituto lo garantiza. Recuerda, los españoles son: Instituto de Biomecánica de Valencia y Centro de Análisis Biomecánico Umana de Vigo.

Con apoyabrazos

Los apoyabrazos fijos son el diablo, huye de ellos. Chocarán con la mesa de oficina e impedirá que puedas adaptarte con corrección a la zona de trabajo. En el caso de contar con apoyabrazos con movimiento 3D que son los más recomendables, podrás regularlo en retroceso, altura y giro.  Ten en cuenta los tipos de brazos para sillas de oficina para que se adapte al máximo a tus necesidades.

Sentido común

No te dejes atrapar por esas sillas con diseños extravagantes y descarta las sillas futuristas. Fíjate en la forma del respaldo y sobre todo, mira como se adapta a tu espalda. Esto ayudará a que puedas generar una silla que sea perfecta, pero para ti. 

Prueba y error

Si pretendes encontrar una silla de oficina que sea buena a la primera, decirte que vas a cometer un error y es que tendrás que probar una gran infinidad. Nuestro cuerpo es móvil y necesita que esté en movimiento. Por ello, tendrás que buscar la forma correcta en la que puedas optimizar los recursos y estar cómodo desde el primer momento.