En muchas ocasiones caemos en el error de pensar que al tener un buen elemento o mobiliario de oficina nos va a salvar de muchos problemas, pero no es así. Tener esta silla no significa que sepamos cómo usar una silla de oficina y eso a la larga puede suponer un serio problema de salud a los usuarios en todos los sentidos.
La silla de oficina permitirá que los usuarios puedan optimizar todos los recursos y a la vez, es una herramienta de trabajo más al uso. No hay que olvidarse de que se tiene que potenciar el uso correcto de cada una de las herramientas que están a nuestro alcance para lograrlo y así aumentar la productividad.
Se suele considerar que usar una silla de oficina es simplemente sentarse en ella, pero no es así. Tienes que estudiar cada uno de los aspectos que forman parte directa de la misma y a partir de ese punto, comenzar a gestionarlo de la mejor manera posible sin realizar acciones que les ponga en peligro.
Partes de una silla de oficina
Las distintas partes de una silla de oficina, como son el caso del respaldo, el asiento o el reposacabezas, están diseñadas estrictamente para adaptarse al cuerpo humano sin generar ningún tipo de problema de lesiones. De este modo, también hay que valorar otros aspectos esenciales que pueden originar un punto de soporte y utilidad, como es el caso de distintos mecanismos que a continuación detallamos:
- Mecanismo de desplazamiento del asiento: Este mecanismo de traslación, permite que con un movimiento de aflojamiento de la maneta se pueda regular la profundidad del asiento. De este modo, Se puede evitar la presión en la parte posterior de las rodillas y permite apoyar nuestra espalda en el respaldo, generando un ángulo adecuado y cómodo dependiendo de nuestra complexión.
- Mecanismo de elevación de la silla: Permite elevar la silla hasta conseguir que se forme un ángulo recto entre las rodillas y los pies.
- Mecanismo de regulación lumbar: Según nuestra concavidad de la espalda, permite subir o bajar la regulación de la silla, permitiendo que tengamos mejor confortabilidad, firmeza y comodidad con su uso.
- Mecanismo de sincronización de respaldo: Al aflojar la manera del mecanismo syncro se permite adaptar la posición de los usuarios manteniendo la espalda recta y a la vez permite que podamos estar reclinados al frente.
- Regulación de los reposabrazos: Permite elevarlos o bajarlos con la finalidad de conseguir un ángulo recto con la mesa de trabajo, teniendo algunos desplazamientos laterales del reposabrazos.
Consejos para usar una silla de oficina
Parece sencillo, pero no lo es. El cómo sentarse en una silla de oficina puede provocar graves dolencias si no se hace correctamente. Por ello, se recomienda que la distancia entre la pantalla del ordenador y los ojos sea de más de 55 centímetros. Cabe recordar que la pantalla es un elemento fijo y que no se desplaza. A todo ello, la parte superior de la misma tiene que situarse a la altura de los ojos y los muslos de las piernas tiene que estar horizontalmente en el asiento, quedando los pies totalmente apoyados.
En el momento de sentarse, la persona en cuestión tiene que ocupar todo el asiento, es decir, con el trasero al máximo de atrás posible. Hay que olvidarse la posibilidad de que esté apoyado en la punta del asiento. La correcta postura es con los muslos y nalgas apoyadas, permitiendo que el respaldo sostenga en todo momento la espalda, quedando recta y cóncava en la zona lumbar. Por otro lado, en esos puestos de trabajo estáticos, se recomienda que el reposabrazos estén situados de tal manera que los brazos lleguen a conformar un ángulo de 90º.
Por último, al estar permanentemente sentado durante largas jornadas, se recomienda hacer pausas para estirar y descansar la vista, permitiendo que tengamos todas las áreas más trabajadas y relajadas.