La rueda ha sido uno de los inventos más importantes de la historia de la humanidad. De todos los infinitos usos que podemos darle a la rueda, en este artículo hablaremos sobre las ruedas en una silla ergonómica. Los hay de varios tipos y debemos conocerlos para adaptarlas mejor a nuestro entorno y condiciones.
Son nuestro apoyo con el suelo, así que deben soportar nuestro peso con rigidez y no dañar la superficie. Desplazarnos si tenemos un trabajo estático, pero dinámico nos será mucho más cómodo si disponemos de ruedas en nuestra silla de oficina.
A continuación hablaremos de los diferentes tipos de ruedas para sillas de oficina y de sus ventajas e inconvenientes.
Grandes ventajas de las ruedas para sillas de oficina ergonómicas
La mayor ventaja de tener unas buenas ruedas en tu silla de oficina es que puedes desplazarte a distintos lugares del despacho con libertad de movimientos. Es muy cómodo y de gran utilidad. Logramos mantenernos concentrados en la labor que estamos realizando y que nuestro trabajo sea fluido, por lo que mejoramos nuestra productividad laboral.
También son útiles para rotar hacia el compañero, para hablar con él, preguntarle alguna duda o darle algún documento. Son perfectas para trabajar en equipo.
Con las ruedas indicadas para nuestra silla de oficina, podremos proteger nuestro suelo de ralladuras y marcas. Además, cambiar las ruedas de tu silla de oficina es una tarea sencilla que puede modificar tu comodidad favorablemente.
Aunque las sillas de oficina con ruedas ofrecen grandes beneficios, es conveniente analizar el espacio de trabajo para decidir si descartar o no comprar sillas de oficina sin ruedas, ya que también son una buena opción para determinados trabajos.
Ruedas para suelos blandos
Entendemos por suelos blandos, aquellos como las alfombras, moquetas y otros felpudos. Podemos encontrarlas en las sillas de oficina ergonómicas por defecto. Su material duro y rugoso se adapta mejor a las superficies blandas.
Las fibras de los felpudos pueden ser de una longitud alargada que puedan dificultar el desplazamiento. Para estos casos la mejor solución es que las ruedas desempeñen presión y se enganchen mejor al suelo. Su movilidad es simple y sin sacudidas. Un uso intensivo puede generar marcas en la superficie.
Ruedas para suelos duros
Si nuestro suelo es duro, como puede ser suelo de baldosa o parquet, lo mejor es contar con ruedas blandas o ruedas de goma. De este modo evitamos ralladuras y marcas en el suelo. Este material también nos ofrece una mejor adhesión al suelo y, por lo tanto, mayor estabilidad. Las ruedas de goma son las que soportan mejor los golpes provocados por ligeros desniveles, rugosidades o pequeños obstáculos, lo que provoca un movimiento más fluido.
Su precio es más elevado que las ruedas de plástico o el material duro que viene de serie. Sin embargo, el cuidado con el suelo y que el ruido al desplazarse es mucho menor, hacen que el precio sea merecido. De este modo estamos invirtiendo en proteger nuestra superficie de trabajo y protegemos de ruido a nuestros compañeros.
Ruedas silenciosas
Sus anillos situados en su eje amortiguan las vibraciones del desplazamiento y la sensación es de una fluidez del 100%. Estas ruedas son de gama alta, ya que la calidad de sus materiales y diseño son extremadamente avanzados y minimizan la fricción y el desgaste con la superficie.
Ruedas con frenado
A día de hoy las ruedas en las sillas de oficina ergonómicas incorporan un sistema de frenado automático de seguridad. Una vez nos sentamos se desbloquean, pero cuando nos levantamos se activan dejando la silla estática y sin riesgo a movimientos indeseados.
Por supuesto, también las hay con el freno manual, que también es útil para desplazar la silla a nuestro antojo siempre que queramos y sin dificultad. Pero, debemos acordarnos de fijar el freno una vez hayamos situado la silla en el sitio deseado.
Esperamos que estos consejos os hayan sido de ayuda para comprender mejor el beneficio de las ruedas en nuestra silla de oficina ergonómica. ¡Gracias por leer!